DE ENTRENADOR EN ENTRENADOR, PERO NI TOCAR AL JUGADOR

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   Como sabéis, han vuelto a destituir al entrenador del Real Valladolid. Y por lo menos a mí, me sugiere unas cuantas preguntas. ¿Por qué?, ¿qué pretende conseguir  el presidente?, ¿por qué traen a Javier Clemente ahora que ya apenas hay remedio y no antes?, o ¿por qué se suelen poner indiscutiblemente del lado de los jugadores?

    Yo no soy futbolero, pero según he averiguado, el asunto viene ya desde el año pasado y parece que algunos de los principales jugadores se están empeñando en interpretar el estereotipo del funcionario, dar paseos por el lugar de trabajo sin hacer apenas nada. Pero no contentos con eso 'presuntamente' se fueron a Salamanca de fiesta la noche anterior a un partido, y cuando Mendilibar les dio a principios de año dos días de descanso para meditar o coger fuerzas, supuestamente también se fueron de farra.  

   Pero además, y esto ya no es un supuesto,  se han querido subir en el vestuario a la espalda de Mendilibar, que era su jefe, y hasta han ido a la radio a despotricar contra su entrenador y el club en general diciendo que porque habían metido un gol eran la salvación del equipo, aparte de estar pensando ya en qué equipo les fichará para el próximo año, como ha declarado Medunjanin. 

   El equipo está prácticamente en segunda, ya que si este domingo el Jerez hubiese ganado en vez de empatado estaríamos los últimos, y para salir de la zona de descenso nos hace falta recuperar ocho puntos respecto de los demás equipos a también ocho partidos de acabar la liga, y eso por mucho Clemente que traigan no cambia.  

   Ojala me equivoque, pero seguramente el traer al antiguo seleccionador español sólo servirá para gastar el poco dinero que tiene el club. Seguramente Carlos Suarez ya tenga esto en cuenta, porque el contrato con Clemente finaliza el 30 de junio, fecha en la que cogerá el testigo nuestro apreciado  Eusebio, actualmente en el Celta (equipo con el que quizá compita el próximo año), medida que aplaudo tanto como la de hacer ver a los jugadores que, gracias a ellos, posiblemente muchas personas de las que trabajan para el Valladolid no puedan seguir haciéndolo el próximo año por la reducción del presupuesto.

   No sé bien como irán las Sociedades Anónimas Deportivas, pero en el régimen general de la S.S., cualquier currante sabe que si no cumple un rendimiento se va a la calle. ¿Por qué no se destituyen a los jugadores, o por lo menos se les suspende esos millones que cobran? Se merecían que los trabajadores del Pucela les hubiesen hecho un pasillo en vez del honor de las collejas.

   Es un poco tarde, pero si yo hubiese sido Onésimo el primer partido seguramente le daba por perdido, ya que les había puesto a correr hasta que sacasen la lengua aunque en el partido tuviesen tantas agujetas que apenas pudiesen levantar las botas. Ya que no tengan un juego de calidad como los demás equipos, que por lo menos estuviesen en forma.